Aprender cómo superar la propia envidia y la de los demás para que no te afecte, es esencial si quieres vivir en paz.
En primer lugar, tienes que saber que sentir envidia es normal ya que nuestra mente continuamente nos compara con otros. Sin embargo, es algo íntimo que no se suele confesar. Parece que nos da vergüenza decir que sentimos envidia, ¿verdad?
El envidioso mira con malos ojos las cualidades, éxitos o posesiones de los demás. Cree que la vida de esas personas a las que envidia, es mejor que la suya. No se da cuenta que la envidia es el efecto de una falsa creencia.
Reflexiona y responde con honestidad:
- ¿Realmente cambiarías tu vida por la de otra persona a quién envidias?
- ¿De verdad quieres eso que tiene el otro?
- ¿Estás dispuesto a pagar el precio que paga esa persona para tener la vida que tiene?
Seguramente tus respuestas son negativas. Si quieres superar la envidia, reconoce que la sientes y deja de autoengañarte.
Es importante tener en cuenta que el origen de la envidia son básicamente dos:
- Una baja autoestima, es decir una desconfianza de tus propios talentos y habilidades para crear la vida que deseas.
- Una mentalidad de escasez que te hace creer que no existen suficientes recursos para todo el mundo.
El gran problema de la envidia es que te hace sentir que no eres suficiente y te crea un sentimiento de insatisfacción crónica. Dicho de otra forma, te impide gozar de lo que eres y tienes.
Pregúntate: ¿qué cosas dejas de hacer por inseguridad provocada por la envidia?
>> Descubre ahora cómo superar la propia envidia y la de los demás para que no te afecte.
En definitiva, si otros te envidian, el problema lo tienen ellos y no tú. Recuerda que no les haces ningún favor quedándote pequeño sino todo lo contrario.
Por último, deja de envidiar para que no te envidien a ti. Transforma la envidia que crea tu condicionamiento mental por admiración y desafíate.
Un fuerte abrazo,
Mònica
P.D: Si te interesan estos temas para mejorar tus relaciones, consulta mi vídeo-curso: «Consciencia Espiritual»
Gracias por el post, es cierto que perdemos mucho tiempo cuando estamos envidiando a otras personas, y no nos damos cuenta de que nosotros tenemos mucho que ofrecer.