No siempre es fácil sentirnos en paz y calma, y es que el pasado nos atrapa convirtiéndose en una cárcel muy a menudo.
Que te encuentres así no es nada raro y de hecho si te sientes atrapado te invito a leerme, a reflexionar en lo que te traigo hoy y a que me digas qué te parece y cómo lo vives tú. Por esto hoy quiero compartir contigo cómo salir de la cárcel del pasado.
Hace tiempo que le doy vueltas a una cosa: la influencia de nuestra propia historia en nuestra vida.
Muchas veces nuestra historia no es tanto lo que ha sucedido sino mucho más lo que nos contamos que ha sucedido. No es la vivencia en sí sino que son las ideas, emociones, sensaciones y pensamientos que acompañan a esa experiencia. En resumen, nuestra historia es el relato subjetivo que hacemos de los hechos.
Pero si paramos a pensar un momento…¿qué pasaría si nos contaramos la historia desde otro punto de vista, desde otra perspectiva, con otros sentimientos y emociones en ella? ¿Dejaríamos de ser nosotros mismos por ser alguien nuevo? ¿Cambiaría alguna cosa en nosotros?
La respuesta es no. Nosotros seguiríamos siendo quién somos, porque en realidad no somos este cúmulo de ideas que nos acompañan, no somos todo lo que nos contamos, no somos la historia que nos repetimos infinitas veces, una tras otra sin descanso.
Somos mucho más que ésto. Somos todas las posibilidades de esa misma historia, todas las vivencias, todas las experiencias que pueden caber. Y a la vez no somos ninguna de ésas. No es real nada de lo que nos contamos, no es verdad.
Cuando entendemos ésto nos liberamos del peso del pasado, nos sacamos de encima una gran parte de responsabilidad, de culpa, de miedos y de pensamientos autoimpuestos. Y de pronto, la posibilidad se abre ante nosotros.
Porque ahora, ya liberados, podemos ser quién queramos ser. Podemos vivir la vida que queremos vivir. Podemos encontrar la felicidad allí dónde antes había dolor y culpa, ¡y qué liberación!
Y cuando partimos de esta realidad, de pronto, todo es posible y nos convertimos en oportunidad-
Así que hoy, te invito a reescribir tu historia, liberándote de todas las ideas enquistadas, especialmente las que consideras algo negativo, algo malo, algo doloroso. Reescribe tu propia vida tantas veces como necesites, desde diferentes ópticas y date cuenta que todas esas visiones son parte de tu tú, y ninguna de ellas a la vez.
Y libérate, y regálate a la posibilidad de ser quién realmente quieres ser.
Ojalá te sirva y te inspire esta idea en la que puedes profundizar más a través del libro EL PODER DE LA RENDICIÓN.
Dedico una parte del libro a hablar del pasado y de como nos afecta esta percepción porque considero que es imprescindible hacer las paces con nuestro yo pasado, sanar nuestra percepción para poder seguir adelante con lo que venga.
Así que te dejo esta propuesta para trabajar desde tu casa, desde la tranquilidad y la calma: reescribir tu vida con una nueva óptica.
¿Te animas a hacerlo?
Me encantará saber qué te ha parecido este ejercicio, si lo has realizado y si te ha sido fácil o difícil. Espero tu respuesta con muchas ganas en un comentario a este post.
Y como siempre, infinitas gracias por leerme, es un auténtico placer tenerte aquí. Un placer y un regalo.
Un fuerte abrazo,
Mònica.